YANKEES EN TLALPUJAHUA... CULTURA Y BEISBOL

Al Bat 

Yankees en Tlalpujahua  

* Cultura y beisbol 

Jesús Alberto Rubio

beisrubio@gmail.com

Babe Ruth, al centro. 

Vaya sorpresa: Todo indica que en 1921 los Yankees de Nueva York jugaron un partido amistoso contra el equipo de la Mina “Dos Estrellas” de Tlalpujahua, Michoacán. 

Ayer visitamos esa hermosa e histórica población y según la guía turística de la Mina Museo de Tlalpujahua, los Mulos –todavía de Manhattan– sin contar con el equipo completo que ese año cayeron en la Serie Mundial ante los Gigantes de NY. 

Aquel 1921, Babe Ruth con 59 jonrones, .378 de bateo, 171 producidas y .846 de slugging, ayudó notablemente a los Yankees para que obtuvieran el primer banderín de su historia en la Liga Americana, hecho que repitieron en 1922. 

Esa Serie del 21, denominada del “Subway” (Metro), sería la última celebrada a nueve partidos en la historia de Ligas Mayores. Miller “Hugh” Huggins fue el mánager Yankee y John McGraw, de los Gigantes. 

En ese Clásico, Babe Ruth pegó el primer de sus 15 jonrones en ese tipo de confrontaciones y, por primera vez, todos los juegos se realizaron en un mismo estadio (Polo Grounds). 

Bueno, pues sobre el equipo newyorkino que fue invitado a jugar por la Mina “Dos Estrellas”, previamente nos habían dicho que ahí en el Museo existía una foto de los Yankees, lo cual no es así. 

 Sólo hay dos imágenes de los equipos de aquella época, “Luz y Fuerza”,  “Metalúrgicos” y el “Dos Estrellas”. 

Ya de salida del recinto, tomé varias fotografías donde me dijeron que “fue ahí donde se escenificó el famoso e histórico juego que perdieron los Yankees”, imagen que en fecha próxima le presentaré. 

Por supuesto, por su trascendencia histórica, este capítulo habré de investigarlo a fondo una vez retorne a Hermosillo. 

A conocer México 

Precisamente, en estas vacaciones de verano he tenido el privilegio de disfrutar una diversidad de paisajes, pueblos y ciudades del sureste Veracruz, Mandinga, Boca del Río, Alvarado y Tlacotalpan y el altiplano mexicano (Tlaxcala, Chipilo y Atlixco, Puebla; Distrito Federal, Toluca y Metepec, Estado de México. 

El Oro y Tlalpujahua 

Y ayer, visitamos El Oro de Hidalgo, en el Estado de México, así como Tlalpujahua de los López Rayón. 

Debo destacar que el 19 de noviembre de 2009, El Oro fue declarado Pueblo de Encanto, en tanto el 27 de junio de 2005 a Tlalpujahua se le declaró Pueblo Mágico por su acogedor aspecto actual y por ser durante más de 3 siglos un sitio de bonanza minera con vetas de oro y plata. 

Riqueza arquitectónica 

El Oro de Hidalgo, es una de las poblaciones que ostenta con más ejemplaridad la riqueza arquitectónica de una villa que vivió épocas de bonanza gracias a sus minas de oro, plata y zinc, creciendo de manera inesperada gracias a la fama de sus minas como La Esperanza, El Consuelo o la Providencia. 

Sus minas de oro fino fueron consideradas las segundas más ricas del mundo, solamente comparadas con las de Transvaal, en África.  

El auge minero ocasionó un importante movimiento migratorio hacia esta población, que, alcanzó gran fama en su época de esplendor, a fines del siglo XIX y principios del XX, cuando se descubrieron más yacimientos ricos en otros minerales preciosos.  

La belleza del Teatro Juárez y el Palacio Municipal brillan por la exquisita decoración, pues pertenecen al estilo Art Nouveau y al estilo Neoclásico inglés y francés. 

La pintoresca estación de trenes, inaugurada en 1889, y el Museo de la Minería, preservan memorias fotográficas de este pueblo en su época de esplendor, y además exhiben minerales y maquinaria usada en la extracción del rico mineral. (http://www.eloromexico.gob.mx/turismo.html). 

Tlalpujahua 

Bella comunidad de encanto, caracterizada por su estupenda arquitectura tradicional, con una historia y ambiente, llenos misterio y fantasía, que se viven de la mano de leyendas y mitos de la región. 

“Pueblo minero de origen prehispánico – comenta Miguel Marín–, fundado en 1460 por grupos de indígenas que, ya desde esa época, encontraron en esas tierras yacimientos de oro y plata; más tarde, los españoles llegaron atraídos por la riqueza de esos minerales.  

Hoy se pueden apreciar sus hermosas edificaciones, como el convento de San Francisco, joya del siglo XVII, o el Santuario de Nuestra Señora del Carmen del siglo XVIII. 

Sus calles empedradas, plazoletas y misteriosos callejones son muestra de la riqueza de un pueblo minero que dio al Porfiriato gran parte de sustento.” 

Está rodeada de bosques y montañas, decorada con calles empedradas y casas con una arquitectura media entre francesa y mexicana, con muros de adobe y techos al estilo chalet, fachadas ornamentadas en cantera rosa, trabajos de muy alta calida en su labrado.  

Tlalpujahua tiene fama artesanal en la fabricación de esferas navideñas y la contribución de sus artesanos que trabajan la cantera esculpiendo verdaderas obras de arte con cerámica a media y alta temperatura, la alfarería, orfebrería en plata, herrería artística, farolería en latón, muebles rústicos y coloniales, arte plumario, en popote, acuarela y óleo.  

Un inmenso espejo 

También visitamos la presa Brockman, una superficie de agua que simula un inmenso espejo rodeado de bosques de pinos, cedros y algunas hermosas fincas que ahí se han construido. 

La presa es ideal para el esparcimiento, para acampar, realizar comidas campestres, caminatas y practicar la pesca deportiva de la trucha. El sitio te ofrece la renta de cabañas y rústicos bungalows para hospedaje. 

Atlixco de las Flores 

Es conocido por su buen clima y la gran actividad florística, comercial y turística que le valieron haber sido llamada Atlixco de las Flores, El mejor clima del mundo y Granero de la Nueva España, durante la época colonial.  

El último domingo de septiembre, Atlixco es la sede de un festival en el que se reúnen los representantes de las once regiones culturales del estado de Puebla. 

Se le conoce como “La flor más bella de Puebla y de México”... es la principal zona de producción de flores y plantas en una inmensidad de hermosos viveros. 

Chipilo 

En 1882 un primer grupo de asilados italianos fundaron las colonias agrícolas de Chipilo y Tenamaxtla; eran los sobrevivientes del desbordamiento del río Piave. 

Hoy, le distingue su producción de quesos y sus derivados… además de una sabrosísimas nieves y helados, rodeados de un sin fin de amables descendientes italianos, claro está. 

Ya luego le platicaré sobre las “picadas”,  “gordas” y tamales veracruzanos;; los “toritos” en Mandinga; las “chivas” de El Oro; los tlacoyos y huitlacoches en Metepec; los quesos, nieves y helados de Chipilo… ¡y el clima templado, las lluvias y el paisaje! 

“Difinitivamente”, como dijo Héctor Espino: Hay que conocer nuestro México.