Guerra civil en el Beisbol Amateur del D.F.

El ingrediente que mayor expectación causa dentro del deporte de las inteligencias, el beisbol, es la confrontación entre equipos que crean una rivalidad que obliga a los jugadores a emplearse más del 100% en la búsqueda de la victoria.

En el beisbol de Grandes Ligas han sido clásicas las batallas entre los Yankees de Nueva York y los Dodgers, primero de Brooklyn y luego de Los Ángeles, así como también la existente entre los Medias Rojas de Boston y los mencionados Mulos de Manhattan. En el beisbol profesional mexicana fueron épicas las confrontaciones entre El Agrario y el Comintra, los Azules del Veracruz y los Diablos Rojos del México y en los años sesentas la famosa Guerra Civil entre los Tigres capitalinos y la “Pandilla escarlata”.

Actualmente surge en el ámbito amateur una rivalidad que, gracias a la entrega de sus respectivos jugadores, se ha consolidado como un clásico. El equipo “Amigos”, creado por la iniciativa del licenciado Andrés Manuel López Obrador y amigos de la talla de ex peloteros profesionales como el manager jugador, Alfredo “Zurdo” Ortiz, el pitcher zurdo de más fama en el beisbol de la Liga Mexicana, Rubén Esquivias, el inolvidable cañonero de los Tigres capitalinos, el cañonero del Puebla Narciso “Chicho” Thompson, y personajes del beisbol amateur como el licenciado Juan Gómez,  Luciano “El Cala” Tlacomulco, Carlos Sánchez y su junior, Aureliano “Tamales” Martínez, Escobar, Los hermanos Ibellez,  Luis “Loco” Vázquez, y varios excelentes peloteros amateurs que escapan a mi memoria.

El equipo rival de gran abolengo inspirado por otro enamorado del beisbol, el ingeniero Francisco Bojorquez, director del sistema de transporte colectivo “Metro” bien apuntalado por peloteros ex profesionales del nivel de Ramón “Abulón” Hernández, un líder natural, Martín Terrazas, uno de los mejores receptores del beisbol de los años setenta, el pitcher y actor Julio Cesar Imbert, otro estupendo cátcher capitalino Rafael Barrón y el recién agregado a sus filas Daniel “El travieso” Fernández, apuntalando en gran forma a peloteros amateurs de tanta prosapia como Enrique “El único” Talamantes,  Hugo Iza, Rangel, Méndez, etc.

Las veces que se han enfrentado ambas escuadras, resultan juegos de mucho pitcheo, poco carreraje, y excelentes estrategias, en la búsqueda del triunfo, como botón de muestra, les diremos que son juegos de una carrera de diferencia.

Da verdadero gusto ver a los líderes naturales de los dos equipos, en una lucha cerrada, por realizar la mejor jugada o conectar el batazo importante. Independientemente de las grandes estrellas ex profesionales y amateurs que los acompañan, tanto el licenciado Andrés Manuel López Obrador, como el ingeniero Francisco Bojorquez, se esmeran por jugar a la altura de sus coequiperos, aunque muchas veces sus ocupaciones fuera del diamante los absorben y no les permiten jugar más tiempo.

 

Cada vez que se enfrentan en el funcional parque de la liga Alianza de Tranviarios, las tribunas se llenan, y las porras que se han agrupado apoyan a sus favoritos. En las tribunas hay lo mismo jóvenes aficionados que veteranos conocedores del Rey de los Deportes. Escuchar las opiniones de estas personas enriquecen el acerbo beisbolero, ya que algunos han visto beisbol desde la época de la legendaria “Cuchilla de Nonoalco”, otros más fueron asistentes consuetudinarios al parque Delta y después al Seguro Social. Pero no solamente participan estos dos equipos favoritos de los aficionados, también comparten juegos representantes de las delegaciones de Azcapotzalco, Ixtapalapa, Ixtacalco, Gustavo A. Madero y Coyoacán.

La Liga es exclusiva paran mayores de 50 años, lo cual en nada menoscaba el rendimiento de los peloteros, por el contrario se ven jugadas que hacen realidad lo que siempre hemos dicho, es un deporte para inteligentes y mientras el cerebro funcione, no importa tanto la edad.

El licenciado Andrés Manuel López Obrador cubre en ocasiones la primera base y en otras se la rifa con los cañonazos que salen por la antesala, le ayuda la experiencia que acumuló en su natal Tabasco, donde en sus años mozos jugaba este gran deporte, por su parte el ingeniero Francisco Bojorquez, también jugó beisbol en sus épocas de estudiante. Ambos son amigos y rivales dentro del terreno de juego. Lo mismo hemos presenciado un “Levantón” al estilo del inolvidable Leo Rodríguez, por parte del tabasqueño, que un lineazo de hit del ingeniero Bojorquez para el jardín contrario, técnica que domina y enseña el “pequeño gigante” Daniel Fernández, quien también es zurdo.

Así es los martes y jueves y ocasionalmente algún miércoles, se puede presenciar los encuentros de esta liga, apoyada por este par de líderes, ya que el beisbol es un deporte que crea liderazgos. Nos atrevemos a decir que en este circuito donde participan peloteros mayores de 50 años, tiene  el nivel requerido para que se vean buenos juegos de beisbol, pero por supuesto que el plato fuerte es esta nueva guerra civil, que representan el equipo Amigos y el sistema de transporte colectivo, “Metro”.  

Calificaciones:

Características del equipo Amigos. Existe una gran camaradería entre los peloteros, Alfredo Ortiz es un manager agresivo deportivamente y amigo de realizar las jugadas básicas, como el toque de pelota, los robos de base y los hit and runs en el momento preciso. Sabe sacar la casta a sus jugadores y es un ganador nato, en caso extremo acepta la responsabilidad del triunfo y lo mismo se sube a la lomita que conecta el hit del triunfo.

Por su parte Rangel el manager del Metro, es un analista del beisbol, sabe manejar sus peloteros y es un hombre de gran disciplina, aprende y aprovecha toda la experiencia de sus jugadores ex profesionales, y ahora está apuntalado por Daniel Fernández, quien ya ganó un banderín en la Liga Mexicana.

 Los jugadores ex profesionales lucen todavía la calidad que les quedó luego de su trayectoria dentro del mejor beisbol de México. Alfredo Ortiz, sigue lanzando, aunque ya su recta no es de 90 millas, la pelota le camina fuerte y sabe una cantidad de curvas y lanzamientos que van desde la recta cortada, al sinker o al slider y si lo apuran mucho, es de los pocos que saben tirar saliva. Rubén Esquivias, posee todavía el poder que lo hizo jonronero de los Tigres, su seriedad y buena disposición lo hace uno de los favoritos para enseñar a jugar, se desenvuelve como coach de primera. Narciso Thompson, el que fuera prospecto de Grandes Ligas, tiene poder en su bat y descarga cañonazos cada vez que le acercan la pelota, es un buen fildeador y tiene todavía un brazo poderoso para los tiros. Ramón “Abulón” Hernández, su consistencia bateadora es la misma que mostró en los años  setentas, excelente bateador de líneas y gran tocador de pelota, sus manos en el infield le permiten seguir jugando con la exactitud de sus mejores años. Martín Terrazas, excelente para dirigir a los pitchers, su manejo en la receptoría es magistral, su brazo es de cañón y todavía saca a los “ligeros” que intentan el robo de base. Su bateo es consistente y lo mismo batea sencillos que se “enreda” con la pelota para producir extrabases. Rafael Barrón, un poco minado en sus facultades, pero convertido en un buen lanzador, su bateo es de poder y muy oportuno. Julio Cesar Imbert, posee todavía el gran control que fuera su principal característica al inicio de su carrera, es de los pocos lanzadores zurdos que todavía pone el lanzamiento donde quiere, no es un bateador de mucha fuerza, pero conecta buenos batazos. Por último el más joven de todos ellos, Daniel Fernández, mantiene sus facultades de pelotero intactas, fildea “a la campana”, corre bastante fuerte  y sabe zambullirse en los jardines para atrapar batazos de fantasía, como en sus mejores años. Su bateo es magistral, consistente y para cualquier jardín y de vez en cuando cañonea cuadrangulares.

Andrés Manuel López Obrador, buenas manos en la tercera base, excelente colocación, tiro educado y potente hacia la primera base, estupendo lanzamiento por debajo del brazo a la segunda colchoneta, cuando hay posibilidades de iniciar una doble matanza. Bateo consistente, con algo de poder por la tercera base, buen tocador de pelota y buena velocidad en los senderos.

Francisco Bojorquez, facilidad para levantar malos tiros a la inicial, tiro certero a home o a segunda para buscar doble pley a la inversa. Su fuerte es el bateo de poder, aunque le falta consistencia, pero es muy hábil para dirigir sus batazos al jardín izquierdo, chocando la pelota. Corre bien las bases aunque no es muy veloz.   

La mejor característica de ambos, es que les gusta el beisbol a lo grande