Oscar Villarreal, del Rancho a las Grandes Ligas

Jesus Canale - Prensa Tomateros
21 de Diciembre del 2014

DEL RANCHO A LAS GRANDES LIGAS

-Óscar Villarreal platicó de sus inicios y cómo fue su debut en el mejor beisbol del mundo

Culiacán, Sinaloa, sábado 20 de diciembre 2014.- (www.tomateros.com.mx/ Karla Espinoza y Jesús Canale).- Su infancia la dividió entre el rancho de sus papás y un campo de beisbol, es la historia del pitcher Óscar Villarreal, quien a sus 33 años de edad, está convertido en uno de los mejores relevistas mexicanos de todos los tiempos.

Su temple es sereno, la tranquilidad se le nota a distancia, viste la playera de práctica en color blanco y se dice listo para la entrevista.

A los minutos ya está sentado frente a dos cámaras y la reportera que lo espera ansiosa para saber su historia dentro y fuera del terreno de juego.

 ¿cómo estás? fue la primera pregunta que soltó Karla Espinoza, quien se encargó de esta charla con Villarreal; "muy bien, contento de estar aquí con ustedes" fueron las primeras palabras del lanzador.

Nativo de Monterrey Nuevo, León, Óscar habla de su infancia y cómo es que se fue metiendo al mundo del beisbol.

"Somos cuatro hombres y una mujer en la casa, son mis hermanos, soy el más chico, el que me sigue a mi es ocho años mayor, entonces imagínate ellos ya jugaban beisbol en la Liga Pequeña de San Nicolás y haz de cuenta que ahí andaba en pañales con mi papá y mi mamá, a los 3-4 años empecé a jugar", comentó.

Sintiéndose más seguro y con confianza, Villarreal explicó a quién siguió dentro del beisbol y porque decidió jugar este deporte.

"Mi hermano el que me sigue a mí Jaime (Villarreal), alcanzó a firmar con Torreón (Vaqueros), vino a Guasave a los entrenamientos, en esos años era diferente el beisbol, uno más apegado a la casa y en esos momentos se regresó y se quedó; pero él sigue tirando, corriendo todos los días y siempre fue un ejemplo para mí", confesó. 

Uno de los momentos complicados para los padres de familia, es cuando su hijo tiene interés en dedicarse a alguna disciplina deportiva, la cual lo sacará de los estudios, para Villarreal no fue la excepción, tuvo la oportunidad de dedicarse a la escuela con una oportunidad muy grande, pero su pasión por el beisbol lo llevó a dirigirse a otro camino.

"Terminé la prepa ahí en Monterrey, antes de terminar me ofrecían 100 por ciento de beca en el Tecnológico de Monterrey, pero era cuando estaba el ofrecimiento de firmarme para Sultanes y ellos me querían vender a Diamantes de Arizona, entonces me di la oportunidad para ver como pintaba la cosa y gracias a dios pintó bien y aquí andamos ahora".

"Hubiera estudiado ingeniero en sistemas, me gustaban mucho las computadoras, ahora que hay Ipad ahí me la llevo metido", confesó.

MIEMBRO DE UNA GRAN GENERACIÓN

A pesar de que es una plaza beisbolera, Monterrey no se había caracterizado por ser un exportador a las Grandes Ligas, hasta que una generación dorada se encargó de cambiar la historia.

"Muy contento porque en Monterrey no se escuchaba eso (firmas para Grandes Ligas), hubo una generación en la que salimos Jorge de la Rosa, Édgar González, Jonathan Castellanos, Juan Cerros, Pablo Joel Ochoa y Gerardo García, todos pitchers".

SU LLEGADA A ESTADOS UNIDOS

Podría pensarse que el simple hecho de llegar a Estados Unidos y ser parte de una organización de Grandes Ligas, te hará la vida más fácil en ese país, pero para la mayoría es otra cultura, otro ambiente, mismo que no están adaptados, así es como se sienten muchos latinos que van con el sueño de poder convertirse en estrellas del mejor beisbol del mundo.

Para los mexicanos, es más complicado, la mayoría siente mucho apego a la familia y eso dificulta mucho las cosas, esa causa ha hecho que muchos se regresen a pesar de sus grandes facultades; este no fue el caso para el "Potro", quien decidió emprender ese camino, intentar cambiar la historia y llegar a las Grandes Ligas.

"Claro que me costó, al principio era complicado, todos los que han jugado Ligas Menores lo saben, es un poco difícil la vida cuando recién llegas, vivías en departamentos con 6-8 dominicanos, para comer comprabas lo más barato que había, íbamos al supermercado a hacer la despensa; pero gracias a dios logré superar eso y salimos adelante", recordó.

Su llegada fue en 2009, a pesar de haber tenido récord de 1-5, la temporada no fue mala tomando en cuenta el 3.78 que tuvo de efectividad en la Liga de Novatos; pasó 4 temporadas en Ligas Menores a la espera de una oportunidad que lo dejara mostrarse en el mejor escenario.

Fueron muchos compañeros los que iban y venían, los que ascendían y descendían, mientras Villarreal seguía ahí, paciente, esperando el momento, no dejaba de alentar a sus compañeros, aunque en cierto momento había esa cosquillita en la que pensaba en por qué no lo subían a él.

"A veces uno se sentía mal, pero son personas que están ahí contigo y no puedes ser envidioso para nada y más si estamos en el mismo equipo, no le puedes desear mal a nadie; cuando se iban (a Grandes Ligas), les decía que allá los alcanzaba, en dos semanas nos vemos hasta que se nos cumplió".

 

LO ASCIENDEN LOS DIAMANTES

El año 2003 es una fecha que jamás olvidará Óscar Villarreal, fue el momento cumbre, por el cual había luchado durante 4 años, ese con el que soñó desde que jugaba en las Ligas Infantiles de San Nicolás, ahí empezó la historia del "Potro", ese mismo que hoy se ubica en cuarto lugar de salvamentos en la historia de la Liga Mexicana del Pacífico.

El rostro sereno con el que llegó a la entrevista, ahora mostraba sonrisas, esas que salían al recordar aquellos momentos en los que estaba cerca de debutar en las mayores con Arizona, con ese entusiasmo recordó cómo fue que le dieron la noticia.

"Me quedé desde el spring training, hice toda la pretemporada y uno o dos días antes estaba peleando el puesto con una de sus mejores promesas, y fue un sábado en que hablaron conmigo, me dijeron Óscar estamos muy contentos y satisfechos con el trabajo que has hecho, en ese momento pensé dentro de mí que me iban a bajar, pero me dijeron felicidades hiciste el equipo; en ese momento no hallaba si reír, llorar, saliendo de ahí les hablé a mis papás, la segunda llamada fue para la que hoy es mi esposa".

Tras haber sido notificado que quedaba en el equipo, Óscar Villarreal sabía que en cualquier momento podría darse su debut, pero nunca le pasó por su mente, debutar en el juego inaugural, en ese mismo que se encontraban los mejores jugadores de Diamantes y Dodgers de Los Ángeles, así de grande fue el escenario y la cereza al pastel, vendría horas más tarde.

"Estaba en el bullpen, sonó el teléfono y dije ojalá no sea yo (ríe), sentía muchos nervios, era el día de inauguración, ese juego lo abrió Randy Johnson contra Kevin Brown de los Dodgers de Los Ángeles, en Arizona el 31 de marzo de 2003, todo nervioso imagínate, estaba calentando uno, luego el otro, después dijeron Villarreal párate, me paré a calentar y terminó la entrada, entonces entró a lanzar el otro chavo que estaba calentando, pero se lastimó cuando tenía la cuenta en una bola y dos strike, el bateador era Hideo Nomo, Villarreal estaba calentando y Villarreal va pa' adentro".

"Desde que venía corriendo del bullpen no podía respirar, entré y le tiré un slider y lo ponché, hasta ahí fue que pude respirar bien, incluso el manager ya no me dejó regresar, me dijo no vas a volver la próxima entrada, fue como un ya viste lo que se siente, relájate y ponte listo para mañana".

En su año de debut en Grandes Ligas, Villarreal impuso récord para novatos en juegos lanzados con 86, su efectividad fue de 2.57 y el récord en ganados y perdidos de 10-7.

"Mi primer año me gustó mucho ahí con los Diamantes de Arizona, fue una gran experiencia lograr lo que desde niño anhelas que es llegar a Grandes Ligas, estoy contento que se me haya cumplido".

BATEADORES MÁS COMPLICADOS

En el beisbol profesional, hay pitchers que tienen cierto dominio contra algunos bateadores, al igual que hay jugadores que batean por arriba del promedio ante ciertos lanzadores.

Óscar Villarreal recuerda cuáles fueron esos rivales que lo hacían enfocarse más y trabajar el doble en cada lanzamiento.

"Fueron muchos bateadores a los que enfrenté, pero creo que uno de los más difíciles fue Albert Pujols, lo dominé varias veces, me pegó un jonrón; Miguel Cabrera también fue complicado las veces que le lancé".

"Uno de mis mejores amigos dentro del beisbol es Julio César Hernández, fue mi compañero con los Águilas de Mexicali, ahorita ya no juega; Elmer Dessens también, él me ayudó mucho en mi primer año con Arizona"

EL APODO DEL "POTRO"

Óscar Villarreal explicó que el apodo del "Potro" se le quedó, desde un momento en que se encontraba escuchando música de Vicente Fernández, en instantes después salió la canción El Potro Lobo Gateado, le gustó tanto que a partir de ahí, esa es la que suena cada que el ex liga mayorista viene del bullpen a la loma de lanzar.

ÓSCAR VILLARREAL EN CORTO

La reportera Karla Espinoza, le explicó a Villarreal la dinámica, "te voy a decir diez palabras y tú me responderás lo primero que se te venga a la mente", Óscar sonríe nervioso y acepta.

Estas fueron las palabras y las respuesta de Villarreal, quien en twitter tiene su cuenta con el nombre Potro 56.

Color: Azul

Amor platónico: No tengo (ríe)

Botas o tenis: Botas

Gorra o sombrero: Esa está difícil, las dos cosas

Travesura más grande: Cuando estaba chiquito no le hacía caso a mí mamá

Juguete favorito: Los caballos

Tomateros: Un orgullo portar esta camisa, es una de las organizaciones grandes del beisbol mexicano